Al día siguiente, Camila se levantó con una leve resaca y entró al baño a darse una ducha.
Estaba tan molesta, por la indiferencia del hombre, que mientras se duchaba despotricaba y lo maldecía haciendo un berrinche.
Debido a que se encontraba en la habitación de Damián no había batas para ella ahí, así que tomo una de él.
Estaba por ir a su propia habitación, pero se detuvo en seco al ver la foto de una mujer en la mesita de noche. Se encontraba él sonriente abrazándola y abrazando su abultado vientre.
Camila rechino los dientes y la arrojó al suelo. Estaba por irse, cuando vio debajo otra foto resaltando entre los vidrios.
La levantó, y una hermosa joven sonreía brillantemente, la toma no era directa, por lo que se podía ver que ella no tenía idea.
Levantó la otra, y ambas se veían casi idénticas, una de dos, era una chica cualquiera que sólo tenía un parecido, o se trataba de su hija.
Camila llamó rápidamente a una sirvienta y pidió cambiar todo, y limpiar. La ama de llaves casi en