Vanessa se sentía tan nerviosa, que casi en pánico salió corriendo. Se mordía los labios y comenzó a balancear nerviosamente el pie en su tacón. Manuel, suspiró un poco molesto varias veces, pero se contuvo de hablar. Cuando, Damián y la novia entraron, todos se quedaron boquiabiertos. Se trataba de la exnovia del CEO de la pequeña empresa Rodríguez. Vanessa abrió mucho los ojos y admiró a la hermosa mujer.
Damián entró con ella del brazo pero parecía irritado, no obstante, a la novia no solo no le importaba, sino que sonreía hermosamente sintiéndose como una divina garza.
—Tsk, oportunista.
—Mamá... —Manuel alzó la ceja ante su comentario, la irritación ya comenzaba a ser algo insoportable, sin mencionar que Vanessa cada que podía criticaba todo, desde las mesas hasta los candelabros, de verdad estaba óniendo empeño para que nManuel la sacara de ahí. Todo parecía ir incómodamente bien, hasta que Damián vislumbró a Vanesa entre las mesas. Su sangre cayó al suelo y como no se había