Capítulo — Camino al juzgado
La mañana avanzaba serena, con un cielo azul que dejaba colarse algunos rayos tímidos de sol. Dentro de la casa, Edinson terminaba de acomodarse el saco mientras Sofía revisaba unos documentos. Ambos llevaban rato en silencio, hasta que Edinson, con el ceño fruncido y voz contenida, rompió la calma.
—Sofía… —dijo, mirándola de reojo—. Anoche, mientras cenábamos, lo supe.
Sofía levantó la mirada, atenta.
—¿De qué hablás?
Edinson se apoyó en el borde de la mesa.
—Nicolás. Es el hijo del empresario Franco Martínez. Lo reconocí por la forma de hablar, por sus gestos. Es igual que su padre cuando era joven. Y lo confirmé cuando, sin querer, dejó caer un par de datos sobre su infancia.Solo ate cabos.
Sofía tragó saliva y lo miró atenta .
—¿Estás seguro?
—Completamente —afirmó él, con firmeza—. Pero, por ahora, no le digamos nada a Anahir por ahora. Prefiero observar,el me habló y le creo.
Sofía asintió, aunque en su interior compartía la preocupación.
—¿Creés