Capítulo: Promesa de Luz
La mañana amaneció sin nubes. Como si el cielo mismo supiera que ese día no estaba hecho para tormentas, sino para las promesas.
En la habitación donde los suspiros flotaban como perfume, Alejandra se miraba en el espejo, con el corazón galopando como un caballo desbocado.
El vestido caía perfecto sobre su piel. Elegante y sobrio, de satén marfil con un escote off-shoulder que dejaba sus hombros descubiertos y la hacía verse etérea. El corset marcaba su figura de forma delicada, y desde la cintura, la falda fluía como una nube silenciosa. Su peinado recogido sostenía un velo que descendía desde una tiara de cristales pequeños, casi como gotas de luna. El maquillaje era tenue, pero hermoso: apenas un rosa en los labios, una caricia en las mejillas y luz en los ojos.
Su madre, Ana, le acomodó el velo una última vez. Lo alisó con las manos que la habían criado, que la habían abrazado en las noches más oscuras.
—Estás hermosa, hija —susurró con un nudo en la garg