Capítulo – La noche que cambió el aire
La mesa estaba llena de pizzas recién salidas del horno, vasos de jugo y cerveza, platos desordenados y risas que iban de un rincón a otro. Las mellizas dormían en un moisés al costado del sofá, Alejandro correteaba con una porción de muzzarella en la mano, y los adultos conversaban entre bocados.
Anahír había preparado todo con su toque especial: mesa larga, luz cálida, y una playlist suave que acompañaba el ambiente.
Estaban allí Nicolás, Alejandra, Damián, Anahír, Fabián Mansilla, Silvia Herrera, Elsa, Mayte y por supuesto, Alejandro y las mellizas.
—Bueno… —dijo Damián en un momento, limpiándose las manos con una servilleta—. Ya que estamos todos y que hoy fue un día especial…
Queremos contarles algo.
Alejandra levantó la vista, sus mejillas ya un poco sonrojadas.
—Nosotros… bueno… —dijo Damián, mirándola— estamos empezando algo.
—¿Algo? —bromeó Silvia, con una ceja alzada.
—Una relación —aclaró él—. Somos novios. O algo muy parecido.
Unos no