21:30 hs. - Damián.
Ya no me quedaba nada para terminar, estaba por fin acabando con los últimos documentos que tenía que pasar a ordenador. Había estado toda la tarde tecleando sin parar. A eso de las tres de la tarde me había tomado un descanso de 15 minutos para tomar un café, pero nada más, ni siquiera había almorzado. Los dedos ya me estaban empezando a fallar y sentía un dolor bastante incómodo en la parte baja de la espalda. Pero nada de eso me importaba, sólo pensaba en terminar de una vez y salir pitando a casa para encontrarme con mi novia.
—¿Mucho trabajo? —dijo una voz detrás mío que me hizo torcer el gesto.
Ya era normal que Clara apareciera de esa manera. Decidí ser cordial, a pesar de todo, porque no quería que Santiago me siguiera jodiendo por su culpa.
—Más o menos. Ya estoy termi