Dominic se aleja de esa puerta. Dando zancadas largas, esperando poder alargar la distancia, o se verá tentado a regresar y tomar a esa mujer por el cabello para sacarla de esa habitación.
Aunque sabe que esa no sería la mejor decisión. Ella no es como Hades. No se deja de nadie y entiende que ella no dudaría en denunciarlo por cualquier cosa que él le haga.
Así que espera idear un plan para salirse con la suya.
En la habitación, Kayla se ha acostado en la cama y Hades está tumbado a su lado con la cabeza en su pecho. A ella le resulta difícil entender cómo es que llegó a esta situación. El odio que le tenía se ha cambiado por completo. Ahora se compadece de él. Incluso siente un poco de lástima. No entiende nada del porqué lo está haciendo.
Ambos cierran los ojos. Hades se siente tranquilo y a salvo al escuchar los latidos del corazón de Kayla. Haz de que el cansancio ya esté haciendo un poco de sus estragos. Así que se quedan profundamente dormidos.
El sargento Domini