Kayla siente cómo un aire toca su piel. Confirmando su más grande temor. Poco a poco sus mejillas se ponen rojas como tomates. Baja su mirada y sus ojos se encuentran con los de Hades. Contempla cómo él la ve desde arriba hacia abajo. Y esa ojeada lo avergüenza mucho más.
Ella se cubre su parte con una mano y sus pechos con el brazo. Intentando evitar más pena de la que ya posee.
Hades no le hace caso a ese gesto. Solo mira esa figura tan exuberante. Quedándose hipnotizado en esa piel blanca, que se ve tan suave y tan tersa. Se siente tentado a tocar ese muslo, que está tan cerca de él. Y sin poder contener sus movimientos, acerca sus dedos hacia esa zona.
Kayla ve con detenimiento cómo esos dedos largos y anchos se acercan a ella con una proximidad alarmante. Su respiración se acelera, sus latidos se escuchan hasta sus oídos. Hasta que al fin esas yemas hacen contacto con esa piel. Una electricidad recorre la piel de Kayla. Haciendo que su respiración se corte, quedando en s