Los días pasan, como Hades le había dicho. Está cumpliendo con sus palabras. No le dirige la palabra y no la molesta en un solo momento. Kayla, por su parte, no dice nada y solo deja que él haga lo que quiere. Además, que no se siente preparada para hablar con él ni con nadie.
La culpa aún la sigue molestando. Ahora entiende que también tiene que aceptar su responsabilidad y su error al no detener a Hades.
Pero no puede hacer nada. Así que para no tener esos pensamientos intenta mantener su mente ocupada haciendo un refugio con hojas de palma que amarra con lianas. Que se ha encontrado en la isla. Haciendo un arpón con artículos que encuentra en el bote salvavidas para poder pescar. Recolectando leña, agua potable y frutos. Sin embargo, a pesar de lo que ocurrió con Hades, todas las tardes en un trozo de hoja le deja un poco de comida que ella prepara. Esperando que cuando regrese se la coma. Sabe que, a pesar de todo lo ocurrido, su subconsciente no la dejaría tranquila si lo de