Al salir de la mansión Derrick ya me está esperando con la puerta abierta de auto y con el motor encendido mientras extiende la tablet para ponerme al día con el trabajo, pero antes de entrar, Mena me sorprende con un telmo y una lonchera.
—Té para que puedas tomarlo con tus amigos, y un delicioso almuerzo, asegúrate de comerlo. —Ordena con dulzura materna.
—Está bien, cuídate y que Gio bo haga desastres. —Tomó lo que me ha dado y dejó un beso en su mejilla.
Termino de subir al auto y Derrick cierra la puerta mientras ella se despide de mi moviendo la mano, con una tristeza que cubre el brillo orgulloso de sus ojos.
Tampoco me siento cómodo dejando a quienes me han respaldado desde el día en que nací se queden atrás, de hecho, creo que nunca dejaré de necesitarlos. Pero este paso es necesario para que ellos se vean a sí mismos como pareja de enamorados que como una pareja de tutores que sólo me cuidan. Espero que con el tiempo que pasen juntos puedan desarrollar sus sentimi