Cuando las circunstancias de la vida, cambian el rumbo de 2 niñas, tras el fallecimiento de su padre comenzando a vivir las penurias de la pobreza, ellas crecen con su madre que apenas logro tener algo de estudios y con el ataque de su familia paterna por la propiedad del papá comienza una serie de sentimientos encontrados en Gely la niña poco hablantina, creciendo con muchas preguntas, rodeada de amor con los familiares maternos y al mismo tiempo humillada y engañada junto con su hermana por la familia del padre lo que a la vez la lleva a un largo camino de lo que es en inicio como un patito feo, termina convirtiéndose en un elegante cisne.
Leer másEn una mañana de Verano Gely iba feliz en los brazos de papá quien a la vez llevaba a su hermana menor Rossane en una pequeña lancha acompañados por su madre rumbo a casa de los abuelos, Gely miraba y disfrutaba el paisaje a través del río y jugando con el agua mientras que Rossane continuaba en los brazos de Josué su padre, cantando y haciendo bromas con él; ya que era la hija consentida de sus padres debido a que Gely había sido producto de un descuido de ellos; era igual querida pero no mimada como su hermana menor. Su madre Marian desde la silla en la esquina del bote observaba a sus dos pequeñas princesas jugar con su esposo, mientras pensaba que valía la pena cada instante de su sacrificio al casarse con un hombre que en inicio no amaba.
Al llegar al rancho la Sra. Gela abuela de las niñas fueron recibidos con una enorme sonrisa y los brazos abiertos ya que eran enormemente queridos por la familia; Las hermanas llevando del brazo a Josué corrieron abrazar a los abuelos muy felices. El que era el yerno consentido la señora Gela lo esperaba con una taza de café con leche recién ordeñada y pan para desayunar en lo que le preparaban huevos revueltos con jitomates favoritos de él y una tortilla muy gruesa echa a mano.
El día en el rancho se pasaba volando entre correteos, visitando el potrero donde el bisabuelo de las niñas tenía vacas y caballos.
Gely por otro lado se acercaba con distancia prudente solo para mirar y no tocar los animales ya que era delicada desde bebé, padecía alergias a ciertos tipos de animales, a diferencia de Rossane quien iba y venía libremente entre los animales pudiendo acariciarlos a todos. Días después las niñas con sus padres regresaron a casa de sus abuelos; Josué, yerno admirado por sus múltiples facetas llevaba consigo una guitarra; sentando a sus hijas en dos pedazos de tronco de un árbol que se encontraba esparcido en el suelo residuos de leña y tomando un tercer pedazo para colocar su pierna y acomodar el instrumento y deleitar a sus niñas con su voz "no quisiera nunca verte triste niña" Rossane su hija menor cantaba la canción, mientras que Gely solo escuchaba y la tarareaba en sus pensamientos; y así como cada viaje al rancho de sus abuelos antes de regresar a la ciudad, paseaban entre los frutos, jugaban con los primos siempre en compañía de papá
Una tarde llegando de casa de los abuelos las niñas se fueron a jugar al patio, con sus primas eran unas niñas muy mimadas y malcriadas querían todo para ellas, esa tarde Josué sorprendió a sus hijas con una pequeñita perrita a quien Rossane bautizo con el nombre de motita; las niñas felices comenzaron a jugar con su mascota corrían por toda la casa con ella
Gely y Rossane terminaron rendidas; se quedaron dormidas en el suelo a lado de motita, Josué le dijo a Marian mira nuestras princesas tan contentas con ella, Marian sin embargo viendo esas caritas felices estaba preocupada por Gely y su alergia. Al día siguiente lo más temido por Marian, Gely comenzó a tener coloración roja en su piel y asfixia tuvieron que correr al hospital infantil donde de inmediato la atendieron le colocaron intravenosa y medicamento para combatir la inflamación.
Mami, mami, llévame de aquí no quiero estar aquí por favor, lloraba Gely a sus padres; No debemos sacarte de aquí respondió Marian, si sales será peligroso para ti aún y menos podrás seguir jugando con motita. Mami no me gustan las agujas lloraba la niña a su mami después de 24 horas de observación por fin fue dada de alta
Josué su padre la llevaba en brazos y felizmente la llevó a comprar un caramelo - Papá ¿me trajiste uno a mí? Dijo Rossane quien corrió a los brazos de Josué, claro mi pequeña princesa como no iba a traerte a ti mi querida hija, Gracias papito eres el mejor, cántanos una canción las dos niñas a unísono pidieron a su padre y así montadas en bicicleta ambas Iban escuchando a su padre felizmente su canción.
- Papá ¿nunca me dejaras verdad? Pregunto Gely
Nunca mis princesas, siempre estaré con ustedes; Josué respondió mientras regresaban a casa y hacia olvidar a su hija mayor la estadía en el hospital.
Mis hermosas princesas, si yo pudiera estar para siempre con ustedes sería el hombre más feliz de la vida, pero no puedo y tampoco se los puedo decir ahora; Josué pensaba para sí mismo.
Por la noche al acostarse Josué le platicaba a Marian lo que le habían dicho las niñas; No sé qué haces que toda la atención te la llevas tú, pareciera que solo soy la sirvienta de esta casa Marian haciendo pucheros le respondía a su esposo.
Como dices eso amor mío si tú eres la Reina de mi corazón y nuestras hijas las princesas de la casa; Marian sonrió al recordar las risas de sus niñas y le dijo; Dios nos ayude a conservarlas y que sean felices toda su vida.
A la mañana siguiente Rossane y Gely se despertaban muy temprano para ver una programación de fin de semana familiar, Marian felizmente las sentó para entregarle un desayuno de fruta y su vaso de leche con chocolate que les encantaba mientras preparaba algo más para completar su desayuno y así sentarse a desayunar los cuatro juntos... Al terminar las hermanas corrían directo a la televisión para seguir disfrutando su programa familiar donde había juegos, canciones para niños y lo que más disfrutaban era la parte donde anunciaban juguetes, mientras que su madre Marian recogía todos los trastes y se ponía a limpiar la casa para que sus pequeñas tuvieran un lugar limpio para jugar todo el tiempo apurándose para poder estar con ellas
Rossane y Gely realmente eran felices al estar siempre con sus padres.
¡Mamá! ¡Vienen las vacaciones! ¿Podrás llevarte a las niñas unas semanas contigo? Pues lupita se irá unos días contigo y no tendré con quien dejar a las niñas. – pedía Marian –¡Si hija! ¡Espero que aguanten! ¡No se terminan de acostumbrar cuando van a quedarse a dormir! Veamos que sucede con más días, sobre todo Rossane que es más melindrosa con la comida. – dijo la señora Gela –¡Lo sé mamá! Pero en este momento no tenemos opción, tengo que aprovechar el trabajo que me ayudo a conseguir mi primo, debo aprender bien si lo quiero conservar, es por el bien de ellas mismas. – respondió Marian –¡Lupita! ¿te irás ahora con mi mamá o te esperarás unos días? – preguntó Marian a su hermanita menor –¡Me iré con mamá ahora! – respondió la jovencita –Es mejor que te vayas conmigo, así podré pasar a comprar otra batería para poder conectar la televisión en caso de que se termine la que tenemos, para que tengan las niñas igual en que entretenerse.Aunque estando con sus primos y tiempo para ju
Después del día tan pesado que tuvieron llegaron a la casa con la esperanza que todo se solucionaría pronto.Rossane y Gely llegaron contentas con sus bolsitas de tela escolares, tenían una bolsita para jugar, al revisar todo les permitieron tomar un cuaderno de dibujo y los colores para que realizaran dibujos, pero le quitaron los demás y Rossane se enojó.¡Mamá! ¡pero eso es mío! – con una vocecita dulce, pero en tono molesto reprocho la niña –¡Ross! ¡Hija! Lo demás se te guardara para cuando lo necesites en la escuela. – Cariñosamente se dirigió Marian a su hija –¡Mamá dámelo! ¡por favor! – insistía Rossane –¡Te daré una goma! (borrador), es lo único que te puedo dar de más y no insistas hija. – más determinante habló Marian –Mientras tanto en el otro cuarto …¡Gely! ¿Qué haces? – preguntó la señora Gela –¡Una casa abuelita! ¡pero no me sale! – decepcionada y casi llorando respondió Gely –¡muéstramela! - muy dulce pidió la señora Gela, abuelita de la niña –¡Que hermosa est
¡Abuelita!! – Emocionadas llamaron Rossane y Gely a la señora Gela –¿Y mi mamá? – preguntaron las niñas –Su mamá fue hacer un mandado, ahorita iremos a la casa para que coman y se refresquen para bañarse, de ahí nos iremos a buscar a su mamá que igual esta con tu abuelito. – alegremente respondía la señora Gela a sus nietas –Y tal como les dijo, se fueron a la casa, se cambiaron de ropa, se lavaron las manos y se sentaron a comer, terminando de ello se fueron nuevamente a lavar las manos y cepillarse los dientes, mientras la señora Gela se puso a lavar los trastes y dejar limpio el comedor, luego busco ropa que se pondrían las niñas para ir alcanzar a Marian.¡Abuelita! ¿Dónde esta mamá? – pregunto Gely –Tu mamá nos esta esperando con tu abuelito, pórtense bien y no anden tocando nada, porque los señores y señoras de ahí están trabajando. – aconsejo la señora Gela, abuelita de las niñas –|Después de un rato|¡Mamita! ¡Abuelito! – dijeron las niñas saludando –¿No han pasado todav
¡Mamita! ¡Mira! ¡Mira lo que nos regalaron! – Emocionadas Rossane y Gely le mostraban a Marian su madre –¡Que bueno! ¡Guárdenlos para que cuando se les termine el lápiz usen estos! – dijo Marian –¡Mamá! quiero dibujar. – frunciendo el ceño hablo Rossane –- No discutan con su mamá, hagan caso - Sonriente habló la señora Gela.¿Qué te dijo el licenciado? – preguntó de pronto Gela, la madre de Marian –Pidieron unos papeles que tengo que entregar para comprobar que Josué es dueño de la casa, y unas personas que puedan decir y comprobar que es verdad lo que digo. – Explicaba Marian a su madre –¡Mamá! ¿Cómo le voy hacer? ¿A quién le diré? – Con voz amarga hablaba Marian –¡Ten fe hija! ¡Dios no te abandonara! ¡Menos a estas pobrecitas niñas, Dios no las va dejar desamparadas! – Mirando cariñosamente a las niñas a quienes llevaba de la mano respondía la señora Gela –Para cuando llegaron a casa ya era casi de noche y Marian volvió a la rutina de todos los días con sus hijas y la señor
¡Marian Hija! ¡No pienses eso! ¡Mejor agradece a Dios que las niñas tienen ropa que para ellas será nueva y además es muy bonita tendrán algo más que ponerse! – consolando a su hija trataba de calmar el desgarrador llanto de Marian –¡Pero mamá! ¿Por qué Josué no pensó en todo esto? ¿Acaso no eran sus princesas? ¿Qué le paso mamá? ¡Yo estaba bien sola! ¡Yo quería estar con Manuel! ¿para esto me obligó a casarme con él? ¿Para dejarme con todo este paquete? ¡No solo debo cuidar a mis hijas! ¡Tengo que pelear por la casa que era de él! Y encima no tengo un modo de sacar dinero para pagar todo lo de un abogado. ¿Por qué mamá, por qué? – lloraba desesperada y desgarradoramente Marian en los brazos de su madre –¡Llora hija! ¡Saca todo lo que tu corazón trae dentro! ¡Aquí estoy yo! ¡desahógate hija, desahoga tu corazón! – Acariciando su cabello rizado y con lágrimas en los ojos consolaba a su hija, mientras que en pensamiento pedía a Dios que se arreglara pronto los problemas y el dolor de
¡Niñas! ¡A lavarse las manos con jabón y quitarse el uniforme! En la cama está la ropa para que se cambien y se refresquen en lo que comen y se puedan bañar. – Tranquilamente daba indicaciones Marian a sus hijas –¡Si mamá! ¡Ahora lo hago! – respondió Gely –¡Mamita! ¡Ya no tengo lápiz! – dijo Rossane en lo que se cambiaba la ropa –¡Mami! ¡A mi me pidió la maestra una lámina del día de la Independencia de México! ¡Hoy nos platico la maestra sobre nuestra independencia! Esa es la tarea – dijo Gely emocionada –¡Bueno! ¡Después de comer, de lavar trastes y bañarles! ¡Iremos a comprar lo que les piden! –Ahora vayan al comedor a sentarse para comer – dijo Marian –¡Mamita! ¿Cuándo va ocupar mi papito su silla otra vez? – preguntó Rossane –Gely y Marian miraron la silla, Gela que iba entrando por el callejón escuchó la pregunta de la niña y se le partía el corazón de sentir la tristeza de sus nietas.¡Tu papito esta haciendo un viaje muy largo hacia el cielo hijita! ¡Ustedes deben de or
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