Al ver marcharse al pequeño que crió con tanto cariño, como si ya estuviera listo para crecer, le parte el alma y la hace sentir que su pequeño ya no la necesita. Incluso el hombre que eligió para que fuera su padre lo dejó ir sólo al lugar donde cualquier adulto salvaje pueda dañar alguno de sus cabellos, ¡y sólo fue con sus amigos!
—Mi pequeño se está enfrentando sólo a la vida adulta. —Expresa Mena con dramatismo.
Todos la miran con sorpresa, aunque algunos ruedan los ojos con diversión al verla así. Menos Gio, quien entiende que ella tiene este temor porque no va a poder estar cerca de sus joven amo, que a partir de anoche se volvió en el hijo de los dos. Claro que están orgullosos de verlo crecer y pelear sus batallas, dejar su huella en un mundo de adultos que constantemente se esfuerza por dejarlo fuera de la batalla, especialmente cuando su pequeñito cuerpo lleva el mayor de los pesos al tener el futuro de muchos sobre sus hombros.
—Es un guerrero fuerte, sabrá salir