Llegué a la habitación y no había nadie. Miré confundido a mi madre:
- ¿Dónde está mi visitante sorpresa?
- Te pedí que esperaras en tu habitación.
- ¿En mi cuarto? pregunté sospechosamente.
Fui a mi habitación y abrí la puerta. Nicolás estaba sentado en mi cama, mirando la portada de uno de mis CD de TNT.
- ¿Qué haces aquí? Yo pregunté.
- Necesitaba hablar contigo.
- Y... ¿Cómo encontraste mi casa?
- Lorena.
- ¿Lorena? ¿Llamaste a mi prima? ¿Cómo conseguiste su número?
- Le pedí a Cadu el número de Rodrigo y Rodrigo me dio el de Lorena.
- ¿Lo haces? pregunté perplejo.
- Cariño, ¿puedo traerte algo de comer? Debes tener hambre y Nicolás también. Ha estado aquí por un tiempo. Ella le sonrió.
- No, estoy bien, doña Olga.
- Estoy hambriento. - Admití.
- Como siempre. - dijo mi madre riendo.
- Sí, siempre con hambre. - el acepto.
Mi madre se fue y cerró la puerta. Lo miré:
- ¿Qué le hiciste a mi madre?
- ¿Por qué?
- Jamás un chico, sin ser mi novio oficialmente, entró a mi habitación.
- ¿