Lara
Mis ojos detallan a la mujer frente a mí, que me mira con aire de superioridad, como si yo fuera insignificante.
—Hola... —arrastro la palabra, a la espera de una explicación, puesto que no sé qué quiere.
Es incómoda la forma en la que me examina. A decir verdad, después de lo que supe en el palacio de Arion, su sola presencia me tensa.
—Me gustaría entender qué tienes de especial, si solo eres una siryes simple —habla al fin y se cruza de brazos sin dejar de mirarme—. No te creas la gran cosa solo porque Arion te muestra interés. Él solo te usa para lograr sus objetivos. No significas nada para él.
Como si a mí me importara...
—Pues yo también lo estoy usando, así que es un intercambio justo —digo, fastidiada, pero sus ojos bien abiertos me dan a entender que lo que dije sonó... raro...
¡Rayos!
En fin...
—¡Qué insolente eres! Solo quiero que tengas claro que Arion nunca se fijaría en ti. Los faes no cruzamos especies, menos nos rebajamos con criaturas tan... —Hace una mueca des