-. 3 meses después .-
Ya han pasado tres meses y ya mi panza es muy evidente, no hay ropa que la disimule.
En Londres, todos los que me conocen piensan que soy viuda y mi nombre es Isabel Hamilton, “mi esposo” falleció en un accidente. Sigo siendo médica al igual que en Madrid.
El bebé por suerte va creciendo bien, quisiera que su padre estuviera aquí pero no me animo a llamarlo, no sé nada de él desde que estuvo por última vez en mi casa de Madrid.
Suena el teléfono y como todos los lunes es mi hermano… respiro profundo y me controlo de preguntarle por Max.
- Hermanita, ¿Cómo estas? ¿Cuándo vas a volver?
- Hola gruñón, estoy bien… tengo unos días de descanso en el hospital, así que estoy aprovechando para ponerme al día con la limpieza.
- Peque… en serio, ¿Cuándo piensas decirle a Max todo? El verdadero porque de tu ida.
- No lo sé… deje una carta para él en mi casa… no sé si la habrá visto.
- Bueno…. Es que Max tuvo algunos problemitas de salud.
- ¿Cómo que tuvo problemas de salud?