- ¿Estás demente?
Desde que me acorraló contra el muro de la terraza veo en su mirada el deseo grabado y eso no hacía más que alterarme.
- ¿Qué pasa si te beso en este momento Isabel? ¿Serás capaz de alejarme de ti?
- Yo…. Yo….
- Tú me amas Isabel… tus sentimientos por mí no han desaparecido.
Él acerca su nariz a mi mejilla rozándola y haciéndome estremecer…
- Tu cuerpo no me engaña
- Ya te olvide Maximiliano
- ¿Sabes? Eres una mala mentirosa.
Me dijo eso antes de tomar mis labios en un beso furioso y devastador para mí, Max me besaba con pasión, tratando de dejar su huella en mi piel para siempre, con ese beso me quería decir que era suya y siempre lo sería.
Hacía tanto que no lo besaba que estaba a punto de volarme la cabeza y de cierta forma era como volver a casa. Él tenía razón, no soy capaz de alejarme así que lo acerco por el cuello y me recreo en ese beso.
Max mueve sus manos y me sujeta por las caderas para alejarme de la orilla del balcón caminando hacia el muro más oculto,