Confieso que muero por escuchar de sus labios todo lo que siente por mí. Ayer me protegió como una fiera… ¿por qué lo hizo? Estoy segura de que hay algo más, que no fue solo un gesto de cortesía. Creo que a los dos nos cuesta reconocer lo que estamos empezando a sentir.
Yo, al menos, ya sé cuánto deseo estar con él.
Nunca imaginé sentir esto. Lo conozco desde hace tantos años y, justo ahora —después de casarme con Alan— todo cambia. Sé que es un hombre prohibido, y no quiero herir a nadie, pero esto se me está yendo de las manos. Es un juego en el que no siempre se gana.
Y aun si pierdo… por él volvería. Volvería a intentarlo todas las veces que hicieran falta.
Verlo alterado, desesperado al verme indefensa ante Alan, me removió por dentro.
Despertó en mí un fuego que, si sigo avivando, será incontrolable.
Víctor no tiene idea del sentimiento que está creciendo dentro de mí. Cada día me cuesta más negarlo.
Gem...
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Debido al enfrentamiento entre Víctor y Alan, no pude dormir