Capítulo XXI

Keith

Entré a un bar repleto de personas que bailaban —después de dejar atrás al odioso y antipático guardia de seguridad que estaba en la entrada—, la muchedumbre gritaba y reía, pasé entre cuerpos sudorosos hasta que reparé en dirección a la barra la espalda de un hombro musculoso que apoyaba su cabeza contra la superficie de madera.

Su mano estaba levantada y vislumbre su reloj de oro favorito, —el que siempre llevaba a su trabajo—, y sujetaba en su mano un pequeño vaso vacío.

Di unos pasos hasta que llegué a la barra, el batender que allí estaba me hizo señas para que me llevara a John de ahí, entonces; continuó limpiando con un pañuelo la madera. Se alejó un poco y atendió a toras personas. Entre tanto, me dediqué a tratar de levantar a John de ahí.

Pero no podía ni con su alma.

La cogorza que se cargaba era demasiado grande.

Y para colmo ÉL, era demasiado grande.

—¡John! —Grité porque la música retumbaba provocando que las personas gritaran aún más—. ¡Reacciona, John! —Volví a g
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App