Keith.
Sin darme cuenta la noche había llegado.
Y ya tenía unas cuántas horas con John...
¿Cómo logró convencerme para pasar toda la tarde con él?
No sé...
A veces ni yo misma me entiendo.
La música retumbó, las personas gritaban, las luces de la bola disco lograban marearme.
De pronto sentí un empujón.
Era John quien descaradamente me pegó a su cuerpo para bailar una música algo escandalosa.
―¿Qué haces? ―Le grité con el ceño fruncido.
―¿Cómo que qué hago? ¿Qué no es obvio? Te invito a bailar. ―Me respondió, obvio.
Él comenzó a mover su cuerpo al ritmo de la estruendosa música, se había quitado el blazer azul que tenía puesto.
«Quién sabe dónde fué a parar», pensé.
Se veía atractivo.
«No, ni tanto», me reprochó mi mente.
«Uh, uh, yeah, come on
Please me, baby
Turn around and just tease me, baby
You got what I want and what I need, baby,
(Let me hear you say) please
(Let me hear you say) please
Please me, baby
Turn around and just tease me, baby,
You got what I want and what I need, b