————————————
Al día siguiente, creo, que venía la parte mas difícil: hablar con Yes.
Estaba frente a su habitación, y mis manos temblaban. Suspiré y me dí la vuelta, justo cuando la puerta se abrió.
—Mamá… —comentó Yes, y me giré para observarla con tristeza –sabía que volverías…
—Mi hijita –comenté temblorosa y la envolví entre mis brazos. Lloré en silencio, mientras le llenaba de besos y caricias, que no había podido darle nunca.
—Mamá ahora estás aquí y es lo único que importa –susurró e ingresamos a su habitación –me he sacado muchas fotos mientras crecía. Quiero… que las veas a todas.
—No debiste… sacrificarte tantos sigl