Capitulo 63. El Anzuelo En El Agua
El tren que se deslizaba a través de los Alpes suizos hacia Italia era un microcosmos de paranoia. Cada vagón era un espacio confinado lleno de extraños, y cada extraño era un enemigo potencial. Para Isabela, sentada junto a la ventana con un pasaporte falso que la identificaba como "Elise Beaumont", una estudiante de arte, el majestuoso paisaje de picos nevados y valles verdes era un borrón de ansiedad.
La libertad, había descubierto, no era la ausencia de muros. Era la constante y agotadora vigilancia que se requería para permanecer fuera de ellos.
Analizaba a cada pasajero que subía en cada parada. El hombre de negocios que hablaba demasiado alto por teléfono. La mujer que leía un libro, pero cuyos ojos se desviaban hacia ella con demasiada frecuencia. El grupo de estudiantes que reían y bromeaban, ajenos al hecho de que compartían el vagón con la mujer más buscada de Europa. Diez millones de euros. Era una cifra que podía convertir a un buen samaritano en un depredador en un abrir