UNA AMARGA DESPEDIDA.
—Señora Shallow, él… ¡Ammm!, ¡no sé por qué actúa así! Hermano, tal vez lo confundes. —Intenta arreglar la situación de alguna manera, pero Felipe, está seguro de que pronto será descubierto, así que ¿por qué seguir ocultando la verdad? Esta sería la última carta que se jugaría para que Lana finalmente se fuera con él.
—No, no me confunde Lana. —Mira a la señora Shallow.
—¡Por supuesto que no! Imbécil. —Alfonso se abalanza sobre él, y le propina un fuerte golpe. —¡Esto es por haber intentado fugarte con mi hermana!
—Que!? Exclama la señora Shallow que deja caer la bandeja al suelo, llamando la atención de Lana, que la mira aterrorizada.
—Señora Shallow déjeme explicarle. —Justo en ese momento Felipe se recompone y le devuelve el golpe a Alfonso, que cae tendido al piso cayendo prácticamente desmayado.
—Y esto es por habernos separado con engaños, y haberme dejado medio muerto en plena calle. —Le grita furibundo, con ganas de seguir golpeándolo pero Rebeca interviene.