¿Que no tienes nada que ver?, la interrumpió, subiendo el tono. ¿Y qué me dices de esta foto? ¿De las 'miraditas cómplices'? ¿Del 'romance secreto'? ¿Crees que soy idiota, Clara? ¿Crees que no sé cómo va esto?
No, Marcos, por favor, escúchame, suplicó Clara, con los ojos llenos de lágrimas. Yo no filtré esa foto. No sé quién fue. Y no quiero que esto te afecte a ti. Ni a mí.
Mi imagen ya está por los suelos, Clara, respondió Marcos, con la voz llena de amargura. Y la tuya también. Ahora todo el mundo pensará que somos... que estamos juntos. Que nuestro rollo es falso, una movida para vender libros. ¿Eso querías? ¿Fama a costa de mi vida privada?
A Clara le hirvió la sangre. ¡Cómo te atreves a insinuar eso! ¡Yo nunca haría algo así! ¡Tengo principios, Marcos! ¡Y digo la verdad!
¿La verdad?, soltó Marcos, con una risita amarga. La verdad es que eres escritora de novelas rosas, Clara. Y los que escriben novelas rosas saben cómo inventar historias. Incluso cuando no son ciertas.
Las palab