67. Explosivo
Addison extendió la mano sin borrar la sonrisa del rostro y elevó una ceja provocativamente.
—¿Aceptas tomar un trago conmigo? —le ofreció con un tono bastante seductor.
Anthony maldijo para sus adentros; no pensó que esto formara parte de los planes de Addison, pero si quería reforzar esa unión, no podía negarse.
—¿Y mi hermano? —preguntó.
—Debe estar haciendo lo único que sabe hacer. Ahogándose en el alcohol. Si fuera la mitad de inteligente y ambicioso que tú, estaría buscando solucionar nuestro problema —soltó con desprecio.
Anthony le sonrió, no por el cumplido, sino para ocultar el malestar que sentía por esa mujer. Allan era su esposo, pero no tenía ningún reparo en despreciarlo y hacerlo menos para quedar bien.
—Entonces, ¿vamos? —insistió.
Anthony asintió, a raja dientes, aceptó la mano de su cuñada y la guio hacia su auto. Le abrió la puerta como el caballero que era y luego subió él.
—¿Dónde quieres ir? —le preguntó, encendiendo el motor.
—El lugar no es impor