72. Epílogo
72. Epílogo
Seis meses después, cuando el reloj marcaba la una de la mañana con veinticinco minutos, vino al mundo Teo Ridley Lexington para la felicidad de la familia y de Nikki. La niña estaba tan feliz, que saltaba por cada rincón de la habitación del hospital mientras veía a su madre sostener el pequeño bulto envuelto entre mantas azules, como un príncipe.
La familia, también había venido desde muy temprano para conocer al pequeño Teo, quien era una copia exacta de… su madre. Esta vez, los genes Ridley habían perdido la batalla y todo lo que el pequeño había heredado de su padre era el color de su cabello.
Teo tenía los ojos vibrantes y verdes de su madre, arrugaba el ceño igual que Nova cuando miraba a Knox.
—Creo que Teo está enojado contigo, papito —dijo Nikki, viendo a su hermanito y a su padre—. Mira cómo te mira, papá, ¡qué le hiciste! —gritó cuando el niño empezó a quejarse segundos antes de echarse a llorar.
No, no era Knox, era el grito de Nikki lo que lo había asustado,