68. Un apoyo inesperado

Muerta…, su madre estaba muerta.

Livia sintió un balde de agua fría caer sobre su cuerpo. Se tambaleó tan bruscamente que pensó que terminaría en el suelo, pero los fuertes brazos de Garrett la sostuvieron.

—Livia.

Ella no respondió. El aire se había vuelto pesado. Sus pulmones quemaban cada vez que una bocanada entraba y una presión punzante que le subió desde el estómago hasta la garganta. Abrió la boca y un grito desgarrador abandonó sus labios.

Caroline Montgomery había sido la peor madre del mundo, pero era su madre. La mujer que le dio la vida y que un día casi se la arrebató y, aun así, le dolía. Tal vez era tonta, pero sentía el corazón destrozado.

Livia se había hecho la idea de que su madre era feliz con otra familia, que, como su padre, finalmente había encontrado su media naranja. Quería pensar que, ella tendría también una segunda oportunidad.

Garrett sostuvo con fuerza el cuerpo de Livia y la llevó al sillón. Le murmuró palabras al oído que ni siq