17. ¡Mírame, Nova!
17. ¡Mírame, Nova!
«Ellas pueden morir.»
El piso se movió bajo los pies de Knox, él consiguió dar unos cuantos pasos antes de detenerse. Se sostuvo a una de las columnas en el estacionamiento. El poco aire se le esfumó de los pulmones y fue reemplazado por una ardiente llamarada que le hacía imposible respirar.
—¿Knox? ¡¿Sigues ahí?!
La voz preocupada y desesperada de Aiden logró arrancarlo de las garras del infierno en el que se había sumido tras aquellas tres palabras que cayeron como una sentencia sobre él.
—Hijo, por favor, tienes que venir. La vida de Nova está en tus manos.
Knox casi soltó una carcajada. ¿No estaba exagerando? Él no era médico, no había nada que pudiera hacer por Nova; sin embargo, las palabras salieron solas de sus labios.
—Envíame la dirección del hospital —respondió, se giró sobre sus pies y corrió de regreso hacia el auto mientras escuchaba a Aiden hablar.
Subió al coche, puso el motor en marcha y salió a toda velocidad, dejando el edificio atrás.
Los latido