Mundo ficciónIniciar sesiónEl aire del jardín era más liviano que el de la casa, pero Caroline no podía disfrutarlo. Caminaba despacio, con la mirada fija en el suelo. Leonardo iba a su lado, sin apartarla ni un segundo.
- "Espero que no estés pensando en otra de tus locuras", dijo Leonardo, con una media sonrisa helada. "La última vez terminaste peor de lo que imaginabas". Caroline respiró hondo, sin levantar la vista. - "Solo necesito aire. Nada más", manifestó Caroline. Leonardo rió por lo bajo. - "El aire no te dará libertad, Caroline. Esa palabra aquí no existe", advirtió Leonardo. Unos pasos interrumpieron la tensión. Mariano apareció entre los senderos del jardín. - "No recordaba que este lugar tuviera tanta vigilancia", dijo Mariano, mirando discretamente a los guardias apostados cerca. "Y ¿y siempre es así?, ¿mi cuñada ne






