STAVROS salió corriendo de la casa en cuanto oyó llegar el coche de Stavros.
-¡Hola!
Marisa salió del coche y abrazó a su sobrino.
-¿Cuándo llegan tus amigos?
-Dentro de una hora. Mamá me ha comprado un juego nuevo para la PlayStation -Stavros sonrió cuando Leonidas se acercó a ellos-. Me alegro de verte.
-Lo mismo digo. ¿Qué juegos tienes para la PlayStation?
-Os dejo charlando -dijo Marisa -. Yo voy a ayudar a Alice.
Cuando fue a la cocina, encontró a Alice dando los últimos toques a un postre de aspecto delicioso.
-Siento no haber estado aquí para echarte una mano.
-¿Por qué? A fin de cuentas, lo mejor que puedes hacer es pasar todo el tiempo posible con él.
-¿Tú crees?
-Desde luego.
-No me dirás que te parece una relación normal...
-Ya tuviste una relación normal. Y yo. Y mira cómo nos fue.
-Me ha pedido que me vaya a vivir con él.
-Espero que hayas dicho que sí.
-¿Acaso tratas de librarte de mí? -preguntó Marisa con una sonrisa.
-Quiero lo mejor para ti.
Marisa miró las ensaladas