Marisa contuvo el aliento un momento antes de hablar.
-No creo que el matrimonio sea un requisito imprescindible para tener o criar hijos.
-Somos Marisa y yo los que tenemos que tomar la decisión, abuela -dijo Leonidas con delicadeza.
La temperatura del cuarto de estar pareció bajar varios grados mientras Milena se esforzaba por mantener la compostura.
-Encontraría totalmente inaceptable que un Kantis naciera fuera del matrimonio.
Marisa se sintió de pronto trasladada al siglo XIX.
-No tengo intención de negar a mi hijo su lugar en la familia Kantis -dijo con calma-, pero no pienso dejarme coaccionar para aceptar un matrimonio que no quiero.
-¿Eres consciente de la importancia que tiene el apellido Kantis en este país?
Marisa alzó ligeramente la barbilla.
-¿Tiene más importancia que la futura felicidad de un niño nacido en un matrimonio de conveniencia en el que ambos padres se sienten atrapados?
-Mi nieto es un hombre generoso y con una gran fortuna. Llevarás una vida plenamente sati