Nos encontrábamos en una video llamada con James y los Letterman, ellos nos propusieron la construcción de un nuevo hospital en la ciudad de Manchester y debo decir que estábamos felices, este proyecto era otro más que nos consagraba como una de las mejores constructoras de Europa y seguía impulsando nuestras carreras en ambos continentes y lo mejor es que había logrado el contrato solito, sin la ayuda de esa arpía que se las daba de fiestera en las discotecas de Nueva York.
—De acuerdo a lo presupuestado, el edificio estaría terminado a fines del próximo semestre, con eso cumpliríamos los plazos que ustedes nos imponen y no habría problema para que el hospital pueda entrar en funcionamiento.
—Eso es excelente, O’Connor. Veo que te ha hecho bien el asentarte y tener una familia, te has transformado en un buen CEO.
—Gracias Nathaniel, pero también tengo que agradecer que Aaron y Shannon han hecho un muy buen trabajo.
—A propósito, ¿hoy no estará en nuestra reunión la señorita Dumas