Del manual de conquista de Aaron Connelly
Dicen que a veces la vida te da las cosas en bandeja de plata, pero las rechazas y solo cuando las pierdes te das cuenta de lo que has perdido por ser así de quisquilloso.
Pues eso me pasaba cada día al recordar a mi Rosy. Lo teníamos todo y era feliiz con cosas simples, pero vivía atormentado por no sentirme capaz de cumplirle a ella.
Teníamos todo lo material y eso no era discutible, el dinero no solo lo tenía por ser hijo de mis padres, sino que también porque me había esforzado pensando que era lo más importante para tenerla feliz.
¡Cuan equivocado estaba!
Sumido en mis pensamientos estoy ahora, con mi compadre y amigo James que me mira como preguntado ¿ Qué pasa ahora?
—Vamos, ya dime que te dijo el incordio de Duncan.
—Nada del otro mundo, solo que le pediste matrimonio a Shannon por teléfono y ella te dijo que no.
Dice riendo a mares de mi fallida primera propuesta de matrimonio.
—Entonces ¿Qué quieres que te diga?
—Nada, solo que no la