Una semana después…Al llegar a la oficina, miré las rosas qué Jack me había regalado, ya estaban algunas un poco marchitas, pero no quería tirarlas, dejé mis cosas y suspiré, había sido una semana muy ajetreada, me dolía un poco la cabeza y la cintura, además de que sentía que no estaba durmiendo bien.Durante esta semana, no había contactado a Jack, no tenía tiempo, y el viernes, cuando se suponía que nos veríamos, tuve que cancelarle, tenía una reunión importante que no podía posponer.Esperaba que viniera a verme el fin de semana, pero no vino, así que pensé en ir a ver los avances de la construcción en su casa, como excusa, pero Terry vino al estudio y me puso al tanto de todo, además de que Morgan estaba tratando de entender como funcionaba el estudio.No tenía tiempo y llegaba muy noche a mi departamento, totalmente agotada, busqué entre los contactos de mi teléfono y marqué al hospital donde trabajaba mi padre.—Buenos días, hospital San Luis, ¿En qué puedo ayudarle?.—Quisier
(Últimos capítulos).Jack me miró y me sujetó de la mano, me volvió a sentar en su regazo y yo no dudé en besarlo, mi cuerpo empezaba a calentarse, sentía sus manos sujetándome con firmeza, la música, la poca luz del lugar, el alcohol dentro de mí, definitivamente ya no estaba pensando bien, y una de mis manos fue a su miembr*o, él me detuvo y negó.—¡Iris!, ven— dijo Sofía cuando una de nuestras canciones favoritas empezó a sonar, no podía apartarme de Jack y de esa mirada, así que fui jalada por Sofía, no esperaba que Jack bailara conmigo, suficiente era que estuviera aquí, se quedó sentado en aquel lugar, junto con Mathias, mientras que yo y Sofía nos volvíamos locas, como dos adolescentes sin restricciones.No sé cuanto bebí, ni como salí de aquel lugar, cuando me di cuenta, ya estaba en una cama, no estaba segura de sí era la mía o la de Jack, no sabía en dónde estaba, solo que los labios de Jack estaban en mi abdomen y se sentía demasiado bien.Sentía sus manos acariciando mi cu
Tuve que ir a comer sola, mientras me encontraba en aquel restaurante, no paraba de sonreír, pensaba en todas las cosas que se venían por delante, una boda, una mudanza, una habitación adecuada para el bebé, una niñera, tendría que ser alguien de suma confianza, y sobre todo eso, esta unión que jamás podría romperse, ahora estaba atada de por vida a Jack, aunque él no lo aceptara.Sin duda yo era la egoísta, él sentía que no merecía ser feliz, pero la vida seguía dándole razones para serlo, estaba tan ahogado en su amargura, que le era difícil verlo del mismo modo que yo, así que pondría todo de mi parte.Tenía que decirle a mis padres, pero era mejor en persona, Sofía, a ella si podía decirle, busqué en mi bolso mi teléfono y no estaba, ¿Qué?, ¿Dónde está?.Que tonta, lo había dejado en el escritorio, tanta emoción me tenía en las nubes, iban a dar las dos, tenía que ir al estudio, necesitaba adelantar mi trabajo.Pero también tenía que ir por mi teléfono, bueno, iría por el saliendo
El silencio se volvió demasiado largo y a pesar de que nuestras manos estaban entrelazadas, parecíamos estar demasiado lejos el uno del otro.—¿Crees que alguien venga?—Pregunté mientras observaba la lluvia caer, no me importaba si alguien venía o no, pero el silencio se estaba volviendo demasiado pesado.Él salió de sus pensamientos y me observó. —No estoy seguro.Un escalofrío me recorrió y Jack pareció preocupado. —Tus manos están heladas, te mojaste mucho, vas a enfermarte si no entras en calor.—Estoy bien— respondí.Él miró el asiento trasero. —Vamos atrás, ven— dijo y salió del auto, se pasó a la parte de atrás. Lo seguí sin dudar y mi corazón latió rápido cuando me abrazó.Su cuerpo estaba caliente, pero su ropa también estaba mojada y fría, él también iba a enfermarse, y mientras pensaba en eso, una idea vino a mi mente.Me monté sobre él y nuestros rostros quedaron demasiado cerca.—Ya sé cómo entrar en calor— dije mientras mis manos desabotonaban su camisa mojada.—No, esp
Desperté temprano, Jack estaba totalmente fundido en su cama, y tal como él lo hizo conmigo, yo dejé una nota, las llaves de su auto, y un par de aspirinas para la resaca qué seguramente tendría hoy.Pedí un taxi para ir a mi departamento, al llegar, Sofía ya me estaba esperando.—¿Estuviste con Jack?—Preguntó cruzada de brazos.—Buenos días para ti también.—¿Qué es lo que te ocurre?, te estuve marcando toda la noche.—Estoy bien, estuve con él, por eso no llegué anoche, lo siento, no quise preocuparte.—¿Esta todo bien?—Preguntó ella relajando su expresión severa.—Quiero que hagas algo por mí, Jack vendrá, y necesito que le digas algo.—Tienes esa mirada, y me asustas cuando la tienes.Tenía que decirle a Jack sobre nuestro bebé, pero antes tenía que estar segura de lo que él deseaba, y solo esperaba que si viniera a mí.Así que le dije mi plan a Sofía, el plan que hice durante toda la noche.—¿Te-te-te mudas?—Preguntó ella demasiado shockeada.Miré a Sofía por décima vez y asentí
Mi madre me miraba con atención, mientras que mi padre no parecía feliz.—¿No estas siendo un poco cruel con él?.—En absoluto—Respondí muy segura de lo que estaba haciendo.—No entiendo porque tienes que hacer esto, solo olvídalo, si ese hombre no te valora, no te merece, es así de sencillo— dijo mi padre.—Cariño, te has vuelto demasiado frívolo, es evidente que él está enamorado y ella igual, pero tratemos de ponernos en sus zapatos, me imagino que no debe de ser fácil para el pobre hombre, en estos tiempos, la apariencia lo es todo, es algo triste, pero así es la realidad.Mi padre suspiró de mala gana y asintió. —Es solo que no me gusta ver como nuestra hija sufre, renunciaste a tu trabajo, ¿Qué harás ahora?.—Tomé un proyecto por fuera, me iré unos días, de hecho, mi vuelo sale en tres horas, Jack vendrá aquí, así que necesito que le digan eso.—¿Cuánto tiempo te vas?—Preguntó mi madre.—Solo unas semanas.—Ya eres todo una adulta cariño, pero para nosotros siempre serás nuestra
Jack entró y la puerta se cerró detrás de él, dio dos grandes pasos sin decir absolutamente nada y me sujetó del rostro, me besó los labios, dio un largo respiro y sonrió, sonrió como no había sonreído en mucho tiempo, mientras que yo estaba aliviada, congelada por todas las emociones que se dispararon dentro de mí, por un instante, en verdad pensé que se había acabado.—Tardé un poco, por qué fui a comprar algo para ti— Dijo sacando algo del bolsillo de su pantalón, una pequeña caja, de ella sacó un anillo y lo puso en mi dedo mientras que yo aún estaba ahogada en mi felicidad, incapaz de decir algo, solo sentía como las lágrimas corrían por mis mejillas. —Este es de compromiso, no es el que quería, pero es el mejor que encontré a esta hora, te compraré uno mejor, lo prometo.Miré mi mano, adornada con aquel anillo, me pareció, realmente la mejor prenda que yo hubiera usado nunca. Tantos años esperando por esto. Era simplemente perfecto, y verlo echo realidad, parecía solo un sueño
Jack:Mientras miraba a Iris sonreír, me preguntaba si esta era mi recompensa por lo que había hecho, por lo que había soportado, mi madre siempre decía cosas como; dios te va a bendecir por ser tan bueno, y la verdad siempre me sentí en un verdadero infierno, sentía que todo lo que me pasaba, era porque en mis vidas pasadas fui alguien muy malo.Un castigo que tenía que soportar. Ahora, ver a Anne feliz, me hacía sentir bien, menos miserable, pero ver a Iris sonreír y presumir su anillo con su familia, eso sin duda me devolvía la felicidad.“—No me entusiasma la idea de que te cases con mi hija, pero ella no va a detenerse, y puedo ver que tú tampoco.—No señor, ya no me detendré.—Entonces pondremos condiciones.—¿Condiciones?.—Los matrimonios tienen peleas, es parte de, pero si un día mi hija viene llorando a casa por tu culpa, entonces todo se acabó, me la llevaré lejos, ella no va a seguir sufriendo, no voy a permitirlo, esta vez, mi postura será definitiva.—No voy a hacerla s