Capítulo 32. Largo.
Una semana después…
Al llegar a la oficina, miré las rosas qué Jack me había regalado, ya estaban algunas un poco marchitas, pero no quería tirarlas, dejé mis cosas y suspiré, había sido una semana muy ajetreada, me dolía un poco la cabeza y la cintura, además de que sentía que no estaba durmiendo bien.
Durante esta semana, no había contactado a Jack, no tenía tiempo, y el viernes, cuando se suponía que nos veríamos, tuve que cancelarle, tenía una reunión importante que no podía posponer.
Esperaba que viniera a verme el fin de semana, pero no vino, así que pensé en ir a ver los avances de la construcción en su casa, como excusa, pero Terry vino al estudio y me puso al tanto de todo, además de que Morgan estaba tratando de entender como funcionaba el estudio.
No tenía tiempo y llegaba muy noche a mi departamento, totalmente agotada, busqué entre los contactos de mi teléfono y marqué al hospital donde trabajaba mi padre.
—Buenos días, hospital San Luis, ¿En qué puedo ayudarle?.
—Quisier