Mateo recorrió toda la casa, haciéndole pregunta tras pregunta a Massimo que él, con cierta diversión, le respondió con tranquilidad al niño mientras Savannah los seguía de cerca y los miraba con el corazón hecho un puño y las lágrimas al borde de los ojos.
Cuando recién se enteró de que estaba embarazada y le contó a Michael, aunque tenía miedo porque un bebé no estaba en sus planes en ese momento de su vida ni en un futuro cercano, aun así se hizo ideas en la cabeza donde serían una familia hermosa y que vivirían felices para siempre.
Pero la realidad fue tan diferente a la que imaginó. Pasó noches enteras llorando en completa soledad luego de verse sola, embarazada y sin saber cómo seguir, tratando de ser fuerte por la pequeña vida que llevaba dentro y ahora era su motor. Días duros, donde trabajó sin descanso, arriesgando su vida y la de su bebé para que cuando naciera tuviera lo esencial, ya que no podía darle todo lo que deseaba.
Por más de que le rogó a Michael que volvieran, q