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Derek no contestó. En cambio, su mirada se posó en Naomi. De repente, todo cobró sentido. Ella era una actriz increíble. Había montado una obra de teatro, y lo más aterrador era que ella era la protagonista y la villana, tejiendo una red de mentiras de la que no podría escapar.
— Señores Torres, su hijo tiene que pagar por lo que me hizo — exigió Naomi.
Tyler, cegado por la furia, se soltó de sus captores y le propinó un puñetazo a Derek en la boca. La sangre brotó del labio partido. Derek, furioso, le devolvió el golpe. La pelea se desató, una furia animal que solo pudo ser detenida por la fuerza de Víctor y Albín.
— Tyler, con agresiones no vas a lograr nada. Mira, tengo mis diferencias con mi sobrino, pero si él hizo esto, yo mismo lo llevaré a las autoridades. Pero no podemos hacer nada ahora. Por favor, mantengan esto en secreto, por la salud de mi madre — suplicó Albín.
— ¿Nos está sugiriendo que nos quedemos callados? — La voz de Naomi era un reproche.
Patricia se acercó a N