Capítulo diecinueve

La chica.

—¿No piensas decirme más nada? —le pregunté, mientras él continuaba comiendo su comida.

—No.

—¿Por qué?

—Ya te he dicho suficiente. Hay que vivir el hoy, y nada más.

Tomó su bandejita de plástico que contenía su comida y la lanzó al tacho de basura. Parecía molesto y verlo así me dejaba algo herida y no sabía por qué me afectaba tanto que me tratara así. Eso me puso algo tensa, no quería que ya nada me afectara.

—Que egoísmo de tu parte por ocultarme la verdad. —le dije, con un hilo de voz mientras abría el grifo para servirme un vaso de agua.

—¿Qué tipo de relación tienes con Sebastián y Lauter? Actualmente, claro. —me preguntó, como si le diera avergüenza hacerlo.

Lo miré, en medio de la oscuridad y con sólo la luz de la calle ingresando, podía ver su silueta viril. Era demasiado alto y de un cuerpo bastante ejercitado, lo podía ver en sus venas que marcaban sus brazos, y me hacía sentir tan pequeña.

—Si te refieres con respecto a mis relaciones sexuales, he cortado con
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo