53. ¿Puedo confiar en ti, verdad?
Ciro no tardó en dirigir sus pasos hasta la oficina de su esposa, necesitaba ver cómo se encontraba. Por la forma que había encontrado a Mónica de alterada podía imaginar el tipo de encuentro desagradable que le había hecho pasar a su esposa.
Ciro se detuvo un momento frente a la puerta de la oficina de su esposa, por primera vez se sentía nervioso y algo cohibido.
"¿Qué diablos te pasa?" Se recriminó a sí mismo llevando su mano hasta el pomo de la puerta abriendola. Ciro se quedó por un momento sin poder respirar al ver a su esposa sentada tras su escritorio. Julia se veía regia imponente, una mujer hermosa, fuerte y poderosa que lo hizo suspirar sin que él pudiera evitarlo.
—¿Te encuentras bien?— le preguntó sentándose en una de las sillas destinadas a los clientes e invitados que había frente al escritorio de su esposa — cuando llegué escuché como Mónica azotaba la puerta y eso solo ocurre cuando las cosas no le salen como desea. ¿Ella te molesto o se metió contigo?
— Estoy perfect