Farit Montalvo es un importante Ceo que está obligado a encontrar esposa para recibir la herencia de su padre, de no ser así su puesto y la compañía de la familia serán entregadas a su tío, hermano de su padre. Farit no quiere acceder a tan absurdas petición, pero no ve otra salida ante su inminente futuro. En un viaje a la playa conoce a Luna Sandoval, una hermosa chica que lo ayuda en ese momento, Farit queda flechado sin imaginar que su padre es uno de los antiguos socios del padre de Luna, quien en ese momento está pasando por una situación financiera demasiado complicada, el Ceo ve una oportunidad para ambos. Lo que nadie sabe es que Luna estaba en la playa esa tarde para ver a su enamorado secreto, David Solar un chico de escasos recursos que tiene que ver a Luna a escondidas por que la madre de ella no permite su amor, todo dará un giro de 180 grados cuando Luna sea obligada a casarse con Farit para salvar a su familia del colapso.
Leer másEl sol irradiaba luz fuerte por todas partes, ese día era especialmente esplendoroso. Quería hacer muchas cosas como ir a la playa, nadar o tomar un buen baño de sol. Luna era una chica de 18 años que simplemente quería vivir la vida al máximo.
Bajó las escaleras de la casa, a toda prisa. Tomó una manzana del frutero arriba de la mesa y se despidió de su papá de un beso en la mejilla, haciéndolo sonreír por la sorpresa.—¡Ey señorita! —La madre de Luna la llamó al notar que saldría sin pedir permiso. Luna se paró en seco, resopló y puso buena cara antes de dar media vuelta y sonreírle.—Voy a la playa con Paolo y sus amigos —dijo suplicante.—Déjala ir mujer, estamos de vacaciones. —La mujer soltó un mohín, nada contenta.Se suponía que las vacaciones eran para despejarse un poco y alejarse de la gentuza en la ciudad. Vaya sorpresa se encontró cuando se dio cuenta de que en realidad las vacaciones familiares que había dicho su esposo era una convención para los CEO’s importantes de Nueva York y que el hermano de su esposo iría junto a su familia, la cual detestaba enormemente.Y no era diferencias de ideas o algo por el estilo, Camil siempre había visto mal que su familia se rodeara con personas de menos estatus que ellos. Aunque fuera el hermano de su esposo, aun así no tenían la misma distinción.Para Luna eso le daba igual, Paolo era su primo, se llevaba bien y era lo único que le interesaba. Camil tenía que lidiar con eso todo el tiempo, su esposo e hija no entendían la importancia de la diferencia de clases.Camil no dijo nada más y desvió la mirada hacia su desayuno, era imposible contradecirlo a los dos. Luna sonrió y le mandó un beso volado a su padre para luego salir de su casa directo a la playa.Y es que no solo era el hecho de despejarse o divertirse, la razón de que actuara tan entusiasmada, sino era porque lo vería a él, si, a él, a David, su primer y gran amor.
Aún podía recordar la primera vez que se vieron en el colegio, la primera palabra dicha, el primer roce entre ambos, fue como amor a primera vista, sin imaginar que David era becado en la preparatoria. Ella no tenía problema alguno, pero cuando se enteró su mamá de ello fue como si le hubiera dado un mini infarto. La obligó a alejarse de él e incluso la cambió de colegio, alegando que ella no podía mezclarse con gente como esa.Su amor fue más fuerte, porque a pesar de las circunstancias, meses después su amor era cada vez más fuerte.Paolo era mejor amigo de David, por lo que todo se había planeado con anterioridad. Su primo había ayudado a su novio a ir al viaje para que pudieran verse ahí. Así que cuando lo divisó a la distancia sobre la playa corrió hacia él para abrazarlo fuertemente. David la tomó entre sus brazos y la levantó sobre el aire para darle una vuelta y besarla. Estaba emocionado de verla ahí, su corazón se agitó de sobremanera al tenerla en ese momento.—Nena, estás aquí —dijo sonriente mientras le depositaba más besos sobre la boca.—Estoy aquí. —Ella sonrió.—Bueno, ya par de tortolos, vamos a divertirnos o ustedes se seguirán comiendo a besos. —Paolo los llamó gracioso al verlos tan empalagosos.Ambos se miraron y sonrieron. Sería bueno pasar el rato con otros chicos más, y así empezaron el juego de vóleibol en la playa. Otros más se unieron y fue así que empezó todo. Tiempo después, Luna decidió descansar un poco, tomar algo refrescante, sin imaginar que no muy lejos de ahí se encontraba quien se convertiría en su esposo. Farit Montalvo, era un joven de 23 años, a su corta edad había sido casi obligado a hacerse cargo de la compañía de su papá, el cual en ese momento se encontraba muy enfermo.La invitación de la convención le había llegado hace unas semanas, lo primero que pensó fue en lo aburrido que sería, sin embargo, no le quedaba de otra que acatar órdenes. Estaba un poco estresado ese día, tendría que dar el discurso de inicio y no tenía idea de lo que iba a decir.Decidió ir a la playa, tal vez eso lo podría distraer un poco de todo lo que estaba pasando. Sentía una gran responsabilidad sobre él, la empresa de la familia era todo lo que tenía y si algo salía mal podría perderlo todo y eso ocasionaría la muerte prematura de su padre. Bufó, al encontrarse sentado sobre una piedra, en la orilla del mar, poco a poco el sol se iba metiendo dejando ver el hermoso atardecer que se avecinaba.El viento en su rostro y el sonido de las olas chocando sobre las piedras era relajante, aunque esa relajación no duró lo suficiente. Su celular empezó a sonar dentro de su bolsillo, era Carlos, el abogado de su familia.—Bueno... —respondió sereno.—Lo siento tanto Farit, tu padre acaba de fallecer. —El azabache se quedó pasmado, escuchando las palabras, negó repentinamente, mientras algunas lágrimas caían en su rostro.—Pero. ¿Cuándo? —Era irrelevante, solo quería que le dijera que no era cierto.—Fue hace un momento, necesitas volver a casa para leer las cláusulas del testamento. —Farit frunció el ceño, ¿porque le urgía de leer el testamento de su padre?—¿Pasa algo? —preguntó expectante.—No es como deberías de saberlo, pero tu padre pidió que antes de hacerte cargo de la empresa debes contraer matrimonio...—¿Qué? ¿Por qué? ¿Cuándo lo decidió? —Estaba consternado.—Es mejor que regreses Farit, aquí te daré los detalles. —El chico cerró los ojos, apretando sus labios fuertemente.Hace meses que la idea de que esto pasara estaba en su mente, pero no creyó que sería tan pronto. Se paró de la roca y miró al horizonte limpiando sus lágrimas, era la primera vez que se permitía llorar.Volvió a guardar su celular, iría a de vuelta al hotel, pero antes de hacerlo sintió como unos brazos rodearon su espalda de forma necesitada.—Aquí estás, amor. —La voz de una chica lo hizo sobresaltarse. Al darse media vuelta se encontró con los dulces ojos de una rubia—. Oh Dios, tú no eres... —La chica se sonrojó ante el vergonzoso acto—. Discúlpame yo...Farit se quedó sin palabras, sus ojos no pudieron dejar de contemplar tan bello rostro, podía decir sin miedo a equivocarse que no había visto a una mujer más hermosa que ella.Luna sonrió ante su mirada, tenía que admitir que el chico frente a ella era muy atractivo. Unos ojos enigmáticos, una nariz respingada, unos labios carnosos y su mandíbula marcada era un conjunto de cosas que resaltaban totalmente en él. Solo había un problema, él no era su David así que se sacudió su cabeza para dejar de pensar así de otro hombre.—Descuida... —Balbuceó Farit, aún seguía perdido en la belleza de la rubia.—Bueno... —Luna trató de deshacer la incomodidad.—Amm, sí... yo ya me tenía que ir. —Señaló otra dirección para despedirse de la chica que lo había cautivado y de la cual no tenía idea de su nombre. Farit se alejó dejándola sola en la orilla del mar.Luna se quedó mirando su espalda, aún seguía pensando lo mismo de él. Pero cuando unas manos la atrajeron toda su mente se inundó de una sola persona y esa era David. Sonrió ante el contacto.—Perdóname Nena, se me hizo tarde. —Ella negó, no importaba, lo bueno era que estaba ahí, aunque no tuvieran mucho tiempo, ya que su madre estaba sospechando de sus salidas.…
El señor Sandoval se tocó el puente de la nariz después de quitar sus anteojos. Cerró por un momento los ojos, tratando de pensar en otra manera de salir de ese problema. En ese momento Camil entró a su despacho con un té que ella le había preparado. Era momento de decirle a su esposa lo que estaba pasando.—¿Pasa algo? —Ella preguntó al verlo tan pensativo. El señor Sandoval se puso de pie y le entregó unos documentos, exactamente eran las finanzas de ese mes. Camil las revisó, abrió sus ojos, negando—. Esto...—Esto es el final de la empresa Sandoval Camil. Estos son los estados de cuenta del último mes y como podrás ver le debemos al banco mucho más de lo que creíamos, estamos en...—¡No lo digas! —respondió rápidamente—. Esto no puede ser, esto... debe ser, debe haber algo que podamos hacer.—Al menos que otra empresa se haga cargo de esta deuda, esto no podía ser posible —Arturo se sentó de nuevo en su silla. Sentía que sería el fin.—Tu hermano. —Pensó rápidamente.—Él no puede sustentar esa cantidad, sería un suicidio para su empresa. —Camil se mordió el labio. No podían ser pobres, no podían. Se negaba a aceptarlo.Unos golpes sobre la puerta los hizo reaccionar, soltaron una delante, dejando entrar a uno de los trabajadores de la empresa. Era el asistente del Arturo.—Lo siento, señor, pero... me acaban de notificar que llegaron a embargar los inmuebles de la empresa y se llevaron todo. —El semblante de Arturo cambió una y mil veces, parándose estrepitosamente de su asiento.—¡¿Qué estás diciendo?! Eso no puede ser posible... eso... —De pronto un fuerte dolor en su pecho lo hizo frenar, se llevó la mano hasta esa zona, sentía como la respiración se entrecortaba.—Arturo. ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? —Camil se acercó a él con alarma, estaba teniendo un infarto—. Rápido pide una ambulancia. —Le pidió al chico parado frente a ella. Esto podía ser el final.—Vamos papá, no creo que pueda decir algo que me hiera más que todas las que ha dicho ya... —Luna dijo tratando de aparentar indiferencia, su padre la conocía tan bien, sabía que así no era su hija, le dolía aún, lo hacía.—No quiere tomar ninguna terapia, está renuente a verte a ti o su nieto, no le interesa formar parte de tu vida... e incluso me pidió el divorcio. —Arturo dijo sin mas, era mejor decirle las cosas como eran a endulzarcelas y causale esperazas que no habia. La mirada de Luna se humedeció, ya tenía más de un año que la había visto por última vez, después de todo lo que le había confesado, aún así Luna decidió perdonarla, aunque Camim jamás le hubiera pedido disculpas, sentía que merecía la oportunidad de redimirse, de nuevo se equivocó. Ella no quería saber nada de su hija.Su padre la abrazó fuertemente, no quería verla triste, a pesar de que no era su padre biológico siempre la quiso como su sangre y eso no cambiaría nunca. El siempre estaría para ella en todo momen
1 AÑO Y 5 MESES DESPUÉS...Era un hermoso día soleado en la ciudad de Long Beach, globos de todos color se veían adornado el bello jardín de la familia Montalvo, todo estaba areglado com centro de mesas, mesas de dulces, juegos infalibles y trampolines para los invitados más pequeños, ya que ese día cumpliría años el pequeño Dave Montalvo, el único hijo de Farit y Lupna. Todos admiraban el hermosos partel, era enorme y tenía la forma de su oso de felpa favorito, a la pastelera le había costado mucha hacer ese tipo de diseño pero con la técnica adecuando pudo terminarlo. Sol río cuando el pequeño Dave quiso abrazarlo apenas lo vio sobre la mesa, estaba costumbrado a dormir con el todas las noches.—Eso es para comer Dave. —Sol le habló con ternura mientras lo cargaba, le daba unas pequeñas caricias y le daba indicaciones a los empleados. A ella le encantaba organizar fiestas, y si la fiesta era para su pequeño sobrino estaba aún más encantada.—Te ves tan tierna con un bebé en brazos.
¿Le creía? Ahora que Jessy le había dicho todo, ¿Lo hacía? Pero a hora lo único que le preocupa, y le preocupa es que Farit horita este bien.—¿Qué piensan hacer ahora? —De nuevo se encontraba en una encrucijada. Quería estar con Farit, era lo que más anhelaba en ese momento, pero al mismo tiempo todos los secretos había salido a flote y con ello tantas cosas que tenía que superar, ser el resultado de una violación no era algo que se pudiera olvidar asi de fácil de la noche a la mañana, además de sobrellevar todas las heridas que le causó su mamá con su desprecio era algo que todavía no podía olvidar además de que todo su vida siempre la odio y su venganza era algo muy horrible y más porque necesitaba el amor de su padre y después de muchas años se fue enterando que su verdadero padre es su abuelo y no Benjamín fue una confesión muy fuerte para luna.De definitivamente necesitaba a Farit a su lado... sabía que podía salir adelante junto a él a hora más que nunca podía creer que ningun
"Lo siento mucho señora, pero el señor Farit Montalvo ha muerto hace unos minutos. — la enfermera re retiro de la habitación donde se encontraba la rabia.Luna sintió como se sumergía en un pozo negro y profundo sin salida no sabía que hacer no podía creer en las palabras de la enfermera, todo a su alrededor se desvaneció al escuchar esas palabras. Negó como una demente no podía aceptar que Farit estaba muerto no lo podía creer, eso no podía ser posible el no podia estar muerto.—No, Farit no puede estar muerto, él no... puede estar muerto, no, no, todo esto es mi culpa todo esto lo que pasó fue mi culpa..— gritó con fuerza Y entonces despertó sentada sobre una silla mientras Jessy la sacudía al ver qué estaba teniendo una pesadilla, sus ojos se adaptaron a la luz observando su alrededor con una respiración muy agitada, estaba en el hospital y cuando recordó por qué estaba ahí se inclinó de forma rápida siendo detenida por su amiga.—Cálmate... luna tranquilizante todo esta bien.. tra
—... Y entonces le dijo, a veces el mayor acto de amor es dejar libre a la persona que amas. —David escuchó atento las palabras del obispo al terminar de leer el versículo y toda su mente dio un vuelco en su interior. Fue como si algo externo le hablaba para que entrara en razón, y pensara mejor las cosas, tal vez después no podría decir nada.Miró a luna ella estaba con su misma expresión, ¿Era así como quería verla siempre? Como si estuviera muerta en vida. En el fondo de su corazón de David le decía que esto no estaba bien, que debía hacer lo correcto para el y ella, ya que el tampoco se merecía vivir con alguien que no correspondía su amor.—Quien tenga una objeción para que esta unión no se lleve a cabo que la diga ahora o que callé para siempre. —Al escuchar de nuevo las palabras de obispo, Parisi giró su rostro, estaba demente, él había esperado esto por mucho tiempo, no obstante en ese momento de verdad quería que Farit entrará por ese pasillo tan grande y peleará por Luna. Pe
Luna se observó fijamente sobre el espejo de su habitación, el vestido blanco con perlas blancas con piedras preciosas, escote y un largo muy elegante que llevaba puesto dejaba ver un poco su pequeña barriga. Tenia que admitir que se veia hermosa, ademas de que el vestido era precioso y de no ser por que estaba en esa situación tal vez sonreiria al verse al espejo. Pero no estaba feliz. ¿A caso tenia que ser mas obvia? Ya tenía cuatro meses de gestación, debería sentirse completa y totalmente feliz, para su mala suerte no era así se sentía muy casada y muy pensativa. Todo en su vida estaba lleno en picada, no se sentía ella misma y casi todas las noches lloraba por su inminente destino, donde ser infeliz es lo que le esperaba, no había nada más para ella y se sentía un chiste mal contado. Hubiera querido que Jessy estuviera con ella en ese momento, la conocí, seguramente ya la hubiera sacado de ahi a rrastras y tal vez esa eso lo que nececitaba, estaba pasado por un momento muy difíci
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