CAPITULO 88 Es un paciente responsable y muy dispuesto.
—Me imagino que fue la sensibilidad de su musculatura la que te impactó—rio Regina, provocando que se distendiera.
—Las primeras semanas la pasé tratando de evitar mi mirada sobre todo su cuerpo. Un fracaso. Y él se abocó específicamente a perseguirme y decirme sin pudor que quería seducirme.
—No lo dudo. No son precisamente sutiles—rodó sus ojos.
—Es tan condenadamente sexy, Regina. No sé por qué se empeñó en que yo...
—Ese hombre sabe apreciar lo bueno cuando lo ve—cortó Regina.
—Tiene una novia, Summer.
—Milo no me ha dicho que esté comprometido.
—No sé qué grado de compromiso sea, pero está con ella—Sharon se removió y atajó cualquier comentario que pudiera venir— Lo sé, lo sé. Soy la idiota que cae y tropieza una y otra vez con la misma piedra.
—No te castigues de esa forma. Los sentimientos escapan de nuestro control. Yo decidí ceder a ellos, haciendo caso al consejo que me diste y mira donde estoy. En Bora Bora, con un esposo que me hace feliz y con la perspectiva de un hijo.
—