De esto daban cuenta los comentarios en las redes sociales y la retroalimentación que clientas satisfechas hacían, en especial algunas amigas de Violet de la alta sociedad, interesadas en promover nuevos valores, que le darían Regina la clientela suficiente que pagaría por sus diseños y que harían crecer a su compañía.
Esta noche estaría con ella, quisiera o no. No podía perderse el verla emocionada, empoderada. Necesitaba decirle que apenas respiraba sin ella. Que lo quería todo. Que no sólo extrañaba su cuerpo, sino que quería una relación completa, que ella era su destino.
Bien lo había dicho Beatrice varias semanas atrás cuando le había confesado lo que le ocurría, cuando la mujer se había preocupado por sus ausencias reiteradas, por la forma en la que su apacible manera de conducirse se rompía con enojos por el rencor que sentía hacia su madre:
<<Debes ir por lo que quieres. Has vivido muchos años para preservar el sueño de otros. Estas empresas, la riqueza, lo que tus antecesore