«Golden Land».

Apenas vió el letrero y sus ánimos mermaron. En definitiva ese lugar era más feo de lo que esperaba...lúgubre en comparación a Miami.

Se mordió los labios con algo de ansiedad y luego volvió a mirar la pantalla de su móvil. Sol no había contestado sus últimas llamadas después de escucharla gritar por última vez. Sabía por que. También se sentía culpable de haberse retrasado haciendo las 11 maletas que llevaba con ropa linda y fashion para el viaje...además de regalos para su hermana y su sobrinito hermoso. Todo fuera diferente de haberse saltado eso.

—Sol.—Musito. A la misma vez guardo el móvil en su bolso Chanel. —Soy una tonta.

Sus esperanzas seguían vivas a pesar de lamentarse, sabía perfectamente que Sol estaba bien...eran hermanas, no cualquiera. Habían compartido el mismo vientre. A parte, su don de bruja se lo manifestaba. Tan claro que hacía unos minutos su destino final había cambiado.

Necesitaba encontrar a su madre e ir por su hermana al mismo infierno.

—¡