— ¿Disculpe? — preguntó Milen confundida.
— ¿Cómo podrías conocer a su madre, Nerón? — la
pregunta que hizo Luciana rondaba en la mente de todos los presentes.
— Lo siento, lo siento, tienes razón
hermana. a primera vista me recordaste a una vieja amiga, disculpa este
viejo que ya no sabe lo que dice — Nerón termino de saludar a Milen con un beso
en la mejilla y todos continuaron los saludos como si nada hubiera pasado,
todos menos Itzam, quien no perdía detalle de la forma en que Nerón miraba a
Milenka, con una fascinación inexplicable.
Si antes estaba decidido a no separarse de ella
ahora menos, le incomodaba la atención que