Descansando sobre el hombro de Itzam, Milen intentaba controlar su respiración, la cabeza aun le daba vueltas y partes de su cuerpo seguían sensibles, tampoco salía del asombro por haber conseguido su primer orgasmo y continuar siendo virgen.
-Me he estado perdiendo de muchas cosas- lamentó.
— ¿Cómo es posible?, solo nos… frotamos — inquirió confundida, todo referente al sexo era nuevo para ella.
— Se puede llegar al clímax de muchas formas sin necesidad de penetración — explicó Itzam con voz grave y agitada.
— Gracias — susurró Milen sobre su cuello.
— Nunca me había agradecido por un orgasmo, al menos no de esta forma, supongo que debo decir de nada — sonaba divertido, sin embargo, su cuerpo se sentía tenso.
—¿Estás bien? — al incorporarse Milen noto como u