La madre de Itzam preparó obsequios para todos, incluidos Noah, quien recibió un hermoso reloj y Milenka a quien le regaló una pulsera pandora de oro blanco con tres dijes colgando de ella, uno era en forma de corazón, otro el símbolo del infinito y el ultimo la inicial de Itzam.
— Esta hermosa, mil gracias, no debió molestarse — agradeció Milen mientras observaba con ternura la pulsera sobre su muñeca.
— No es nada querida, estoy muy feliz de que mi hijo haya encontrado al fin a alguien que lo haga tan feliz— respondió con ternura y sinceridad.
—Es hora de irnos— Itzam rodeo la cintura de Milen, listo para llevarla con él.
—¿Irse?, por supuesto que no— Se negó rotundamente su madre— es muy tarde y además has bebido mucho, se quedarán aquí y no se diga más.
— Mam&aa