Mientras la ropa se lavaba yo me duchaba. Había dejado al cachorro en la habitación y estaba apurada por ir a verlo. No me gustaba para nada la idea de dejarlo solo, pero no tenía muchas alternativas al respecto.
Ya con mi pijama limpio y seco me fui del lavadero a la habitación.
En el pasillo me crucé con Cassiel que con cara de dormido se despidió con una mano sin prestarme atención y con la otra cubrió su bocota liberando un bostezo realmente contagioso.
— Pensar que ellos terminan su día cuando en verdad comienza. — pensé en mi foro interno mientras entraba a la pieza.
El cachorrito estaba sentado en medio de la habitación, dirigiendo su atención a los rayos de sol que entraban por la ventana.
Cuando sintió que entré a la habitación se volvió dando s