Ja, él se preocupaba por Camila pero yo era la que debería enojarse, ¿no?
De repente, yo estaba de mal humor, incluso después de ver cómo le daban bofetadas.
Estaba a punto de irme cuando Samuel, fastidiado, dijo:
—¡Basta por hoy! Esta escena ya no se puede grabar. A partir de mañana, nadie puede venir de visita al rodaje, ¡y tú menos que nadie!
Mientras lo decía, miró con desprecio a Carlos.
Carlos se molestó y quiso contestar, pero Samuel ya se había dado la vuelta para ir a revisar su cámara.
Me puse molesta.
¿No poder venir de visita? ¿Cómo iba a ser posible?
Todavía no me había cansado de ver cómo abofeteaban a Camila.
Alan y yo nos miramos, y enseguida fuimos juntos a hablar con Samuel.
Yo, sonriendo, le dije:
—Director Samuel, creo que yo sí debería venir al rodaje. Después de todo, este guion lo escribí yo. Puedo dar referencias sobre los personajes y las escenas, ¿no cree?
Samuel dudó dos segundos y luego asintió:
—Tiene sentido. Tú puedes venir.
—¡Y yo también, yo también! —s