Capítulo 863
Yo estaba furiosa, pero puse cara de frágil y le pregunté:

—¿Qué pasa, Mateo?

Mateo sacó una cajetilla de cigarrillos, encendió uno y le dio una calada larga.

El humo salió de sus labios junto a su voz baja:

—Sé que por tu mente pasan muchas cosas, tengo miedo de que me vuelvas a engañar.

Cuando oí eso, reí amargamente, y al mismo tiempo me sentí súper triste.

Lo miré, burlona:

—¿De verdad crees que a estas alturas yo aún podría hacerte daño?

—¿Quién sabe? Solo sé que tú nunca has sido tan directa conmigo.

Entonces, eso era: él pensaba que algo tan raro tenía que esconder un plan, que yo lo seducía para hacerle daño.

Y yo me preguntaba por qué se aguantaba tanto... claro, porque seguía con esa duda.

En ese momento no sabía si sentía más rencor, tristeza o pura vergüenza.

Apreté fuerte la sábana y reí con irritación:

—Si tanto temes mis intenciones, si crees que quiero hacerte daño, mejor no me toques nunca más. Y óyeme bien: cuando digo que tengo necesidades, ¡es porque las tengo! Si t
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP