En ese momento, yo en serio no sabía cómo iba a quitarle a Mateo de las manos de Camila.
Por suerte, Alan llegó justo a tiempo.
Valerie entró detrás de él.
Un poco después de entrar, me tomó del brazo y me dijo en voz baja:
—Todo está listo, tranquila. Solo le dije a Alan que tú todavía quieres a Mateo y que quieres estar más cerca de él, nada más.
—Gracias, Valerie —le dije sinceramente.
Ella rio mientras me daba una palmada en la espalda:
—¿Gracias de qué? Tú y yo somos como hermanas, lo tuyo siempre van primero, incluso antes que Alan...
—¡Shhh! —le tapé la boca rápido, riendo.
—No digas eso, no vaya a ser que Alan te oiga y se ponga celoso.
—Jejeje —Valerie quitó mi mano y miró a Alan, con una sonrisa pícara.
—No pasa nada, a ese hombre lo convenzo fácil.
¿Eh? ¿Entonces Alan estaba totalmente en las manos de Valerie?
Bueno, también hacía falta que él de verdad la quisiera para dejarse llevar así.
Qué bueno… por fin Valerie encontró a un hombre que la quiere de verdad.
Mientras pens