Capítulo 623
Esto no tenía nada que ver con la bondad, ni con la confianza.

Simplemente, Camila había fingido tan bien desde pequeña frente a ellos que la imagen de su fragilidad y dulzura estaba tan clavada en sus mentes que ya no se podía borrar.

Regresé a casa completamente agotada. Carlos estaba en la cocina preparando la cena, y mi mamá sentada en el sofá, hojeando álbumes de fotos viejos.

Cuando entré, mi mamá me llamó con entusiasmo para que la acompañara a ver las fotos.

Tenía un álbum entero, lleno de fotos de los cuatro juntos como familia. La mayoría eran de Carlos y de mí, solos y también juntos.

Había fotos de cuando éramos niños, adolescentes, y hasta algunas de ya adultos.

Mi mamá señaló una foto mía de pequeña y me dijo sonriendo:

—Mira esta, tienes los ojos llenos de lágrimas. ¿Te acuerdas?

Sonreí y le dije que no.

Carlos se acercó, riéndose:

—Yo sí me acuerdo. Esa fue la vez que se perdió por andar corriendo. Cuando la encontramos, se puso a llorar como loca.

Mi mamá nos agarró la
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App